Muchos de nosotros nos hemos sentidos amenazados por una energía extraña e invisible en algún momento de nuestra vida. Aquí un breve conjuro auxiliar.
Se para en medio de la habitación en la que este y con la mano apuntando hacia las esquinas con el dedo de Júpiter dirá:
Trece mil rayos tiene la Luna
Trece mil rayos tiene el sol
Trece mil rayos veces sean arrepentidos
Los enemigos visibles e invisibles que tengo yo.
Bendita la luz del día y el Señor que nos la envía.
Bendito el Niño Jesús, Bendita Santa María.
AMÉN.